jueves, junio 29, 2006

Un beso cada día

4° medio fue el mejor año de mi vida... el que más recuerdo y más añoro... quizás por eso cada oportunidad que tengo de reencontrarme con ustedes la disfruto al máximo y la espero ansiosamente, como el Lobo al Principito.
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Me prometí al salir del colegio que cada vez que pasara por su puerta le tiraría un beso, y lo hago casi todos los días... y aunque me muera a los 100 años lanzándole besos al colegio lo seguiré haciendo, aunque estoy seguro que nunca serán suficientes para agradecer simbólicamente todo lo que hicieron por mi.
A más de uno nos ha pasado que nos descubren como ignacianos sin saber que lo somos... "tu eres ignaciano, verdad?... es que se te nota"...
CIERTO!!! se nota, y es que el colegio nos marco muy fuertemente y eso no se borra... te agarran a los 5 años y te sueltan cuando eres mayor de edad. Es una etapa más que importante y por eso es que agradezco haber estado en "las termas de Pocuro" con tanto weonaje buena onda y tanto profesor y cura que realmente amaban su profesión... y tanto la amaban que yo le debo al Tucán Hernández haberme pasado 1° y 2° medio, y le debo a Julio Sagüés el que me haya sacado (cual abogado) de 4° medio. Julio me dijo en 3° medio, y esto nunca lo he contado, que "si tu te vas del colegio, yo me voy contigo"... ¿donde hay profesores así?
PUTA MADRE, GRACIAS JULIO POR CONFIAR EN MI, GRACIAS ANTONIO POR DARME LA MANO!!!
... quizás hoy no soy un profesional tradicional, ni me visto con corbata, ni gano plata... pero por la chucha, soy feliz y trato de hacer feliz a los que me rodean.
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Y no es sólo eso, son miles de cosas más que pasaron ahí, que pasaron juntos, cuantas lágrimas, cuantas risas, scouts, CVX, Centro de Alumnos, Semanas Ignacianas, deportes, Preuniversitarios, retiros, cursos de teatro, y no sigo porque sería interminable, y además estudiábamos... era accesorio, pero lo hacíamos. Y es que el colegio entendió hace mucho tiempo que la educación formal es importante, pero lo es considerablemente más la educación no formal, osea que lo importante pasa fuera de las aulas.
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Hoy soy colega de los profes que me echaban de clases, y tuve que aprender metodología igual para poder guiar tesis universitarias, y tuve que aprender inglés igual para poder viajar a festivales de cine, y tuve que aprender redacción y ortografía igual para poder hacer guiones y presentar proyectos... pero lo que no tuve que aprender fueron valores, y no le quito mérito a la familia, sin dudas, pero hay que decir que la etapa que vivimos en el colegio fue muy importante, con una política de puertas abiertas 24 horas, 365 día del año, con consejeros espirituales y vocacionales, con instalaciones deportivas, con todo lo que se necesita para crecer bien y sólido.
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Y me impresionó mucho lo que escribió Chalo Prieto, cuando dice que tuvo que cambiar su proyecto personal por su hijo, y lo asumió y dejó todo por eso, se la jugó, y sin embargo hoy no le falta nada. Lo mismo Andrés González... ¿Cuantos pueden dar ese testimonio?... es que generalmente nos quedamos en el pobre weón que se casó apurado o que "se cagó la vida"... No, aquí hay testimonios reales de weones valientes, de hombres consecuentes y con pelotas.
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Me saco el sombrero y no sólo por eso... hoy día tienen familias numerosas, no se quedaron sólo ahí.
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Pero también tuvimos suerte de nacer donde nacimos. Algunos lo llamaremos "voluntad divina": 4 comidas al día, colegio bueno, universidad, abrigo en el invierno... y todo eso ¿porqué?... gratis, señores, gratis.
No creo en la gratuidad... sin duda que los "talentos" sobre los que Jesús nos habló, tienen que ver con eso también. Hay que salir y devolver esa mano "gratuita" que Dios nos dió... otros tuvieron una suerte perra y no tuvieron que hacer más ni menos que nosotros.
Es facil decir que los extraño y que los quiero mucho, pero me cuesta decir que quiero a aquel que me roba o le temo por su condición social. Ahí está nuestra misión.
Amémonos mucho este jueves, abracémonos y lloremos, pero cuando oremos para pedir que "Dios les de pan a los que no lo tienen", ojalá nos demos cuenta que Dios no transforma las piedras en pan... quizás nos está pidiendo a nosotros que seamos su instrumento para darles pan a los que no lo tienen.
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Cada día que paso por la puerta del colegio le tiro un beso y lo seguiré haciendo.
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Gracias Guillo por esta invitación y por la comida del jueves. Espero nos veamos todos y podamos gritar con mucha fuerza:
CEOGELEÉ!!!
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Les juro que no pasa día en que no los extrañe
Los quiero mucho
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Artemio

PD: Estoy muy preocupado porque siento que falta mucha gente... movilicémonos buscando más correos electrónicos... Guillo: sigue mandando mails, aunque te parezca que saturan... no podemos llegar pocos, debemos estar la mayoría y el tiempo se acaba. Un abrazo.

6 Comments:

At 12:31 a. m., Blogger Carlos Verdugo V. said...

Que bonito artículo Artemio, creo que es el sentir de muchos. También echo de menos el colegio y los excelentes momentos ahí vividos.

Pásenlo la raja el jueves y aprovechen esa oportunidad para rearmar lazos.

Abrazos

Carlos

 
At 7:47 a. m., Anonymous Anónimo said...

Debo confesar que a ratos, mientras leia, mis ojos se llenaron de lágrimas.
Gracias por tus palabras Artemio, por hacernos recordar tantos momentos... Gracias por recordarnos cómo debe ser un Ignaciano.
Saludos.

 
At 11:27 a. m., Anonymous Anónimo said...

No sabes las veces que se me cruza en la cabeza desde ya hace sus buenos años lo que escribiste, lo del sello, la fibra especial que solo se encuentra en un lugar. No sabes lo que me dolió en el alma cuando me fui o me fueron, tal vez por que sabia lo que estaba perdiendo y en ese momento no supe tomarle el peso ni menos encontrar la clave para que no pasara, pero en fin la vida se encarga de mostrarte que todo lo que pasa es por algo y en este caso no fue diferente ya que creo que definitivamente no hubiera podido hacerle frente sin lo que aprendí en nuestro Colegio... Un fuerte abrazo y gracias por hacerme recordar.

Nos vemos el jueves

 
At 9:19 p. m., Blogger UNO said...

Artemio, la cagó tu nota, emocionante, me representa 100%. Espero que mis hijos puedan tener la misma experiencia que tuvimos muchos y el amor que tenemos a nuestro colegio, nuestros compañeros y los momentos que tuvimos juntos.
Un abrazo,
Felipe Domínguez H. (generación 91)

 
At 12:34 a. m., Anonymous Anónimo said...

Artemio,

que mas decir? es dificil expresar los sentimientos, pero tus clases de redaccion te deben haber ayudado. La verdad, el San Ignacio se nota, y los ignacianos lso somos siempre.

Gran articulo, grandes palabras y grandes amigos, eso es lo que importa.

un abrazo ENORME!!!!

Mauricio DuCheylard (gen. 91)

 
At 10:14 a. m., Blogger Familia Concha Brogle said...

No puedo menos que agradecerte por tu nota Artemio. Debo confesar que al igual que a otros, mientras leia se me llenabas lo ojos de lagrimas. Es que no conozco ninguna experiencia que se le compare ni de cerca al haber pasado por el San Ignacio, o mas bien al ser iganciano. Y tambien comparto en que no es facil explicarlo. Como le explicas a alguien que no fue a Campamento de la Amistad, que no fue scout, que no compartio casas y comidas con pobladores de los mas humildes de Santiago, que no vivio una Semana Ignaciana, que no tuvo que recorrer Stgo para una gymkana, que nu fue a clases con el lagarto o con el Turri, o que nunca escucho hablar al padre Montes o que no sabes quien es Benito Baranda, lo que significa ser ignaciano. Es muuuuuuy dificil, pero es nuestra mision, para eso salimos del colegio, para cambiar el mundo con el granito de arena de cada que cada uno puede aportar con los talentos que Dios le dio. Bueno, ya me alargue mucho.
Un abrazo a la generacion del '90 y felicitaciones Artemio nuevamente.

 

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